No sé que tiene esta carrera que a pesar de todo (organizada por una multinacional, masificada, mal organizada...) siempre le ponemos mucha ilusión incluso antes de que salgan a la venta los dorsales.
Yo, la noche anterior no dormí del todo bien; la mañana del 31, me encontraba un poco nervioso por lo que me empecé a preparar la mochila para la carrera y la ropa para celebrar el fin de año. No hice una comida especial pensando en la carrera, comí sobras del día anterior. Era tarde y no me pude echar la siesta.
Cuando iba a dejar a mi hija con los abuelos me entero que el garaje estaba ocupado, más tensión al asunto, era ya las 4 horas y tenía que ir a una zona fuera del SER para dejar el coche; a las 5 había quedado para intercambiar la camiseta por otra de una talla más pequeña y las furgonetas ropero se iban a las 5 y cuarto. Lo bueno de esto es que hice el calentamiento de camino al Metro, 15 minutos de trote y estiré en lo vagones.
Es alucinante como cada estación mas próxima al destino, va creciendo el número de gente con camisetas verde manzana y es cuando llegas a Santiago Bernabeu cuando se vuelven a quedar vacíos los vagones y es el andén y las escaleras donde se produce una marea verde, sería interesante poner una cámara de vídeo y luego reproducir a mayor velocidad para que tengamos conciencia de lo hormigitas que somos, de lo animal sociable que tenemos en nuestros genes... nos felicitamos de encontrar una carrera con 200 personas corriendo pero luego donde disfrutamos es viendo a mucha gente que comparte nuestro hobby-deporte.
Nos quejamos de lo mal organizadas que están las carreras pero muchas veces somos los propios corredores los que rompemos el orden; lo primero que vi al acercarme a cajón de salida, 15 minutos antes de dar el pistoletazo de salida, fue a una persona intentado rebozarse por el suelo, pero luego comprobé que lo que quería era acceder al recinto por debajo de la valla; luego advertí que había un grupo grande de gente que quería entrar por el sitio habilitado para ello pero que no cabía nadie más, por lo que la gente se decidió a saltar la valla, todo ello porque la gente del cajón anterior había roto su cinta y se habían juntado con nosotros.
Mi planteamiento era terminar con un tiempo cercano a los 40 minutos pero nada más cruzar la salida se me olvidó al tratar de sortear a la gente, al disfrutar de las luces, de los aplausos, de las calles, de los niños que ofrecían su mano para chocarla con la tuya... intentaba recuperar la concentración y me volvía a despistar con cualquier otro detalle y como muestra, a pesar de lo visible que estaban los puntos kilométricos, algunos no los vi.
En definitiva, termine la carrera en 41:57 en la posición 1107 de 22189, siendo el 724 de 22188 de senior masculino. Tenía la ilusión que pusieran la clasificación de los corredores por la calle en la que te habías inscrito pero no fue así, por lo que, buscando buscando encontré una clasificación en la que aparecía el primero: corredores de mi misma categoría en la que el primer apellido coincida conmigo.
