Ahora hemos incluido la bici de carretera, con lo que entreno todos los días, desapareciendo de la semana un día de descanso. El fin de semana pasado en Sanabría salí los dos días con un puerto en medio, el sábado subía a La Portilla (75 km) y el domingo al Peñón (68 km). La Portilla era algo que desde pequeño quería hacer, a esas horas me crucé con muchos peregrinos que me recordaron algo que todavía tengo pendiente; no me resultó muy duro, salvo la caída en parado por culpa de los pedales automáticos (ya estaba tardando mucho la primera caída por esta causa). La subida al Peñón si es dura, rampas muy largas, en linea recta que ves el final y nunca llegas con pendiente del 10%.

Respecto a la carrera, siempre empiezo muy mal y al ir calentando me voy animando y consigo ritmos alegres, aunque ahora más que series de velocidad debo centrarme en ganar fuerza con cuestas ya que el gimnasio me aburre un poco. Al día siguiente de haber corrido tengo dolores sobre todo en los tobillos y esta última vez en la rodilla izquierda, son dolores en los tendones que desaparecen afortunadamente con la piscina del día siguiente. Por cierto, este domingo tengo la primera carrera de este año después de la lesión del Aquiles, iré a probarme, de menos a más.
Y de nadar ¿qué añadir...? Este año van hacer una competición entre la gente de nivel dos; mal año cuando hemos pasado por 5 profesores distintos y no hemos tenido una continuidad, pero puede ser un rato divertido. En crol me encuentro atascado sin mejorar mucho (aunque los tiempos parece que dicen lo contrario), sin embargo donde más he mejorado a sido a espalda, me encuentro muy cómodo.
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