Travesía de las Cumbres
Escurialenses, declarada en 2014 como Fiesta de Interés Turístico Regional y
que se celebra todos los años el día 15 de agosto. Había oído hablar mucho y
bien de esta travesía.
Cuál fue mi sorpresa cuando navegando por
internet vi que quedaban dos días para el cierre de inscripciones; sin dudarlo
y previa consulta con mi compañera de equipo nos apuntamos. La inscripción es
gratuita formando equipos de dos o tres personas.
Nos presentamos en la plaza
Jacinto Benavente de El Escorial a las 7:30 de la mañana. Alli nos enteramos
que los pasaporte para sellar en los controles se darían a partir de las 8:00
por orden de inscripción; nosotros éramos el 674 con lo cual nos iba a tocar
bastante esperar. Nos nombran por megafonía a las 8:58, ¡no veas la cantidad de
gente que tenemos por delante!
La ruta no está balizada ni
marcada, pero es difícil perderse porque es una hilera de gente que pierdes
en la lejanía. Calculamos que al haber aproximadamente 700 equipos y poner una
media de 2 por equipo serían 1400 personas las que había por la sierra.
Salimos trotando pero al subir
hacia Las Machotas se hace más estrecho el sendero y tienes que respetar el
paso de la gente. El público que realiza esta travesía es de lo más diverso.
Desde corremontes, familias con niños, parejas, andarines de toda la vida, etc.
y su ritmo también es heterogéneo.
Al cruzar la carretera que sube
al puerto de la Cruz Verde, nos ponemos a andar siguiendo a fila de personas,
adelantamos a algunos que nos dejan paso. Me fijo y delante de la pareja que
llevamos delante no había nadie, me extraña y ellos empiezan a dudar; no queda más
que tirar de GPS, nos habíamos desviado un poco pero seguimos por ese sendero
ya que se puede corregir esa desviación.
Subiendo a la Machota Baja o
Tercer Ermitaño, el sendero se hace insoportable porque es estrecho y hay gente
subiendo y bajando.
Después se sube al Pico del
Fraile o Machota Alta para posteriormente bajar hacia el puerto de La Cruz
Verde. A media ladera hay un puesto de avituallamiento con sandia y naranjas.
Se cruza la carretera con las
indicaciones de la Guardia Civil y nos disponemos a subir al Cerro de San
Benito. Es posible la subida más exigente y así lo muestran el rostro de muchas
personas. Este paso no es posible hacerlo fuera de esta época pues se trata de
una finca privada. La cumbre del cerro es pequeña y nos amontonamos todos para
pasar el control y no irnos de San Benito sin probar un tomatito.
En la bajada hay un control de
firma y otro avituallamiento con sandia y naranjas donde podemos rellenar las
cantimploras con agua.
Cruzamos la carretera y
atravesamos el pueblo de Robledondo para subir a Risco Alto donde encontramos
el último control antes de llegar a la meta. Aquí probamos la mejor sandia de
todos los avituallamientos. Después de disfrutar las vistas y hacer unas fotos
nos dirigimos por pista hasta el puerto del Malagón donde pudimos disfrutar una
fresquita limonada removida con un palo de pino alba, aún no sabemos dónde
estaban los vasos de plásticos utilizados por todos los participantes
anteriores, …no insinúo nada ;-)
Disfrutando de los últimos metros
llegamos a la pradera de Cervunal donde entregamos el pasaporte devolviéndonos los
dos vales de comida.
Bajamos por el GR y nos
disponemos a disfrutar de lo mejor de la prueba: un plato de ensaladilla rusa y
pollo asado regado con un bote fresquito de cerveza. Este año no se celebra la
comida donde la fuente del Cervunal sino más abajo en la fuente de la Teja.
Lo mejor de esta travesía son los
voluntarios que se desviven por todos los participantes, la comida final y el
día tan maravilloso que pasas en las cumbres.
Lo que no me gustó tanto fue el
excesivo número de participantes que con los nervios de no cumplir con el tiempo
no respetaban los senderos ni las normas de ceder el paso en montaña.
Lo peor para mí fue que no
hubiera bolsas de basura en los avituallamientos y que las cascaras se tiraran
en el suelo con el consiguiente mensaje a la gente de que se puede tirar todo
al suelo (no dudo que después se recogiera toda la basura pero es un mensaje
que se lanza a los participantes de que no se debe tirar nada al suelo).
En definitiva creo que se debe
hacer más hincapié en la conservación de estos precioso paisajes: no arrojando
basuras y no saliendo de los caminos (evitamos erosión, pisoteo de la flora,…)
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